(5) Catalogación digital de las obras de arte natural

El modelo se puede resumir con la descripción de un sistema de identificación de la obra de arte natural, a través de una ficha técnica, en la que se considera: el reconocimiento de autoría del creador no humano y su identificación, información sobre la obra misma, condiciones de su recolección, declaratorias de compatibilidad ambiental y ecosistémica, identificación de una institución que administre los beneficios económicos de la obra y el porcentaje del valor transado que recibirá, entre otros campos que una ficha de este tipo debe poseer.

A través de esta ficha, y la lectura de sus alcances, se podrá inferir el modelo de gestión propuesto.

 

Identificación de la obra.

Se propone la elaboración de la siguiente ficha técnica para la identificación y catalogación de la obra:

  • Autor de la obra: se identifique al autor natural de la obra, identificando al menos nombre de la especie del ser vivo de que se trate. Y, si se trata de una autoría exclusiva, o una coautoría (artista humano-artista natural). Puede tratarse de un autor natural único, por ejemplo Boldo. Puede tratarse de varios autores naturales reunidos, por ejemplo, árboles del bosque esclerófilo maulino. Puede tratarse de una coautoría: Boldo y nombre del artista humano coautor o nombre del colectivo que ha producido la obra.

  • Reseña del autor o autores. En el caso de un autor natural, una breve descripción de las características de la especie y sus propiedades. En el caso del autor humano, los datos frecuentes e identificando si está suscrito a una red de artistas por el arte natural.

  • Nombre de la obra (En este caso se trata del nombre de fantasía que el artista humano coautor o curador le da a la obra.)

  • Lugar geográfico y año de recolección. Por ejemplo: Rari, Región del Maule, Chile, 2020. Opcionalmente se puede informar las coordenadas GPS.

  • Se informe de qué tipo de fragmento o cuerpo se trata, si es pieza única o mixtura de materiales. Por ejemplo: en el caso de obras vegetales como un árbol, si se trata de raíz, tronco, ramas, hojas, o una mixtura de elementos.

    Cabe señalar que en el caso de obras creadas empleando madera, es conveniente identificar si se trata de madera procesada como la madera aserrada, tableros procesados (contrachapado, aglomerado, de partículas como MDF u OSB, reconstituida, etc), y en el caso de madera natural o no intervenida si se trata de árbol vivo o árbol muerto o fragmento de árbol muerto. Información sobre este último aspecto lo puede encontrar como anexo a este documento.

  • Se declare el tipo de insumos y procedimientos empleados para su tratamiento, conservación y presentación. Por ejemplo, impregnación con cera de abeja orgánica y aceite de linaza. Pulimiento con lija de tela y amoladora.

  • Se indique el tipo de soporte y los materiales empleados, que forman parte de la presentación de la obra. Por ejemplo, plinto metálico con óxido natural, piedra pulida y metal, madera aglomerada pintada, etc.

  • Se declare el no uso de compuestos químicos o cualquier insumo dañino al medio ambiente. Añadiendo la frase: *Se declara el no uso de compuestos químicos dañinos para el medio ambiente.

  • Se declare que su recolección no ha afectado al ecosistema desde donde fue recolectada la pieza ni que se trata de un fragmento de una especie talada viva. Añadiendo la frase: *Se declara que su recolección no ha afectado al ecosistema de origen.

  • Se indique la institución que administrará los fondos económicos que se obtengan de la posible comercialización de la obra. Se nombra a la institución seleccionada según el criterio definido entre el artista humano y la institución expositora, identificándose caso a caso o seleccionando a una institución de una lista proporcionada por la institución expositora o el artista curador.

  • Se defina el porcentaje del valor de la obra que se destinará a la institución administradora. En este caso, se trata de definir una cifra de entre 1% al 90% definida por el artista-curador.

 

Consideraciones generales

- Es importante resaltar que la suscripción de esta perspectiva por parte de los artistas humanos, así como la implementación del modelo de gestión de identificación y destino de un porcentaje de los beneficios obtenidos, es absolutamente voluntaria, y su no suscripción no debe implicar un menosprecio o subvaloración de artistas que utilicen fragmentos de elementos naturales en sus obras al margen de esta propuesta indicativa. La suscripción y el apego a esta propuesta debe ser considerada como un “plus” o un aporte incondicional y no excluyente por parte de los artistas humanos que deciden seguir las indicaciones propuestas. Debe ser el público el que decida la valoración y/o adquisición de una obra, bajo estos nuevos parámetros.

- El porcentaje destinado a la institución administradora de los beneficios de la obra no reemplaza o evita los costos o pagos habituales tales como porcentaje de ganancia de la institución expositora, comisiones por venta u otro tipo de costos de las transacciones de obras de arte, así como los impuestos que se deben considerar legalmente, según las normativas de cada lugar o país.

- En el caso de ser imposible la identificación de un autor natural o de la familia o clase de que se trata, es posible identificar de manera general a un autor, como por ejemplo: vegetación autóctona de precordillera maulina.

- Se sugiere que el nombre de la obra no debe implicar degradación o denigración de la especie, familia o clase, toda vez que de lo que se trata es de practicar el respeto hacia los seres no humanos, educando al público humano en consecuencia.

- Para la definición de autoría o coautoría, en el caso de dudas, se sugiere considerar la clasificación propuesta al final de este documento (“Sobre el rol del artista humano en función de su tipo de participación en la creación o cocreación de obras de arte natural”).

- Sobre la declaratoria de no uso de compuestos químicos o cualquier insumo dañino al medio ambiente, se recomienda documentarse bien sobre los productos eventualmente dañinos y los no dañinos, para trabajar y para presentar las obras naturales.

- Sobre la recopilación de datos, estadísticas, inventario de obras vendidas, y otra información de interés, se recomienda que sean las instituciones formales relevantes las que asuman esa responsabilidad.

 

Consideraciones sobre las instituciones administradoras de los beneficios de las obras naturales

Como se trata de derechos naturales, que los seres vivos no humanos no pueden ejercer por sí mismos, como es el caso de los derechos de los niños en los derechos humanos, se propone destinar los beneficios generados por la venta de las obras de arte natural a instituciones que protegen la naturaleza y trabajan en la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad.

Estas instituciones pueden variar en función del país o la región geográfica en la que se encuentren, pero algunas de las más reconocidas a nivel mundial son: la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la Fundación para la Conservación del Bosque Atlántico (Mata Atlántica), la Sociedad Audubon, entre otras.

Además de estas grandes organizaciones, también existen muchas otras organizaciones y grupos locales que trabajan en la protección y conservación de la naturaleza, como grupos comunitarios, organizaciones sin fines de lucro, asociaciones de agricultores, entre otros.

En este sentido, es necesario considerar un modelo de selección de instituciones, con base en ciertos criterios estandarizados, como por ejemplo:

Misión y objetivos: La institución beneficiaria debe tener una misión y objetivos alineados con la protección y conservación del medio ambiente.

Reputación: Es importante considerar la reputación de la institución y su trayectoria en la protección del medio ambiente.

Área de influencia: La institución debe tener un área de influencia relevante y/o específica (local) para la protección del medio ambiente y la conservación de especies naturales.

Transparencia y rendición de cuentas: La institución debe tener una política de transparencia y rendición de cuentas clara y accesible para los donantes.

Impacto: La institución debe tener un historial de logros y resultados medibles en la protección del medio ambiente.

Necesidades financieras: La institución debe tener necesidades financieras claras y específicas que puedan ser cubiertas con los recursos provenientes de la venta de las obras de arte.

Alcance geográfico: La institución debe tener un alcance geográfico adecuado para la venta de las obras de arte, es decir, que su presencia y actividades abarquen el territorio donde se realizará la exposición, estimulando con ello la red local.

Cabe resaltar que estos criterios son solo sugerencias y pueden ser ajustados o agregar otros en función de los objetivos específicos y de la situación de las instituciones a considerar.

Así por ejemplo, en el caso de obras que emplean fragmentos de árboles del bosque esclerófilo maulino, a ser expuestas en el Museo de Arte y Artesanía de Linares, sería conveniente destinar los fondos a una institución u organización de nivel comunal o provincial que destine los recursos a proteger, restaurar o mantener el bosque esclerófilo de la provincia.

El modelo de gestión de estos fondos es algo que se puede definir en reuniones con participación de los diferentes actores involucrados: artista-curador, institución expositora, organizaciones ecológicas, entre otros posibles. Idealmente, cada institución del circuito del arte formal – galería, museo, centro cultural - podría contar con un listado de instituciones y organizaciones susceptibles de ser elegidas o bien por el artista-curador o por el propio comprador de la obra en cuestión.

En cualquier caso, es fundamental que las instituciones que se beneficien de los fondos generados por la venta de obras de arte natural estén comprometidas con la protección y conservación de la naturaleza y cuenten con una trayectoria demostrada en la ejecución de proyectos y programas enfocados en este ámbito.

Consideraciones sobre los Artistas humanos que suscriban esta propuesta.

El rol de los artistas humanos que suscriban a esta propuesta sería el de actuar como intermediarios entre los artistas vegetales y el público en general. Serían responsables de crear las condiciones necesarias para que los vegetales puedan ser expuestos artísticamente y de difundir su obra. Además, tendrían la tarea de asegurar el reconocimiento y la protección de los derechos de autor de los artistas vegetales, y de garantizar que el porcentaje de los beneficios obtenidos por la venta de sus obras sean entregados a las instituciones adecuadas para la protección del medio ambiente. Los artistas humanos también tendrían la responsabilidad de educar al público sobre la importancia de reconocer la autoría de los artistas no humanos y de fomentar una mayor conciencia sobre la relación entre arte y naturaleza.

En este sentido, sería ideal la creación de redes locales, del tipo "Red de Artistas por el Arte Natural", "Red de Artistas por la Naturaleza", "Artistas Verdes" o "Artistas Comprometidos con la Conservación".

Algunos posibles beneficios de organizar a los artistas en una red local son:

  • Mayor visibilidad: al trabajar en conjunto y promocionar sus obras en una plataforma común, los artistas-curadores pueden aumentar su visibilidad y alcance, lo que puede atraer a un público más amplio y potencialmente aumentar sus oportunidades de venta y exposición.
  • Colaboraciones creativas: la red puede fomentar la colaboración creativa entre los artistas, lo que puede resultar en nuevas formas de arte y experimentación.
  • Comunidad y apoyo mutuo: los artistas pueden beneficiarse del apoyo y la retroalimentación mutua dentro de la red, creando una comunidad de artistas que compartan sus experiencias y conocimientos.
  • Fortalecimiento del modelo de gestión: una red de artistas que apoyen el modelo de gestión de reconocimiento de la autoría de los artistas no humanos y la donación de los beneficios de la venta de las obras a instituciones de protección del medio ambiente, puede fortalecer y consolidar este modelo de gestión.

En relación con el uso de los beneficios para la conservación del medio ambiente, se plantea la idea de que el uso de los beneficios generados por la venta de obras de arte natural debería estar enfocado en la ejecución de proyectos y programas que contribuyan a la conservación del medio ambiente y a la protección de la biodiversidad.

Entre las posibles iniciativas en las que podrían invertirse estos recursos, se encuentran la restauración y conservación de hábitats naturales, la promoción de prácticas de agricultura sostenible y la implementación de programas de educación ambiental para fomentar la conciencia y el compromiso de las comunidades locales en la protección del medio ambiente.

Es importante destacar que el uso de los beneficios generados por la venta de obras de arte natural en proyectos de conservación y protección del medio ambiente no solo tiene un impacto positivo en términos ambientales, sino que también puede tener un efecto positivo en la economía local y en la calidad de vida de las comunidades que se benefician de estas iniciativas.

 

Sobre el rol del artista humano en función de su tipo de participación en la creación o cocreación de obras de arte natural.

Hacemos la siguiente distinción entre arte natural y arte de creación humana, para el caso de obras físicas o materiales:

  • Arte Natural sin intervención humana

  • Arte natural intervenido por el ser humano

  • Creación humana con base en lo natural

  • Creación humana intervenida por lo natural

 

Arte Natural sin intervención humana: la obra es creada por la propia naturaleza, en su origen y en su proceso de vida, esto es, cuando existe naturalmente y ha sido alterada por el ambiente natural, aún cuando este haya sido afectado indirectamente por la acción antrópica o de otros seres orgánicos e inorgánicos, de manera que presenta una particular condición estética. En este caso hablamos de curaduría, donde el artista humano es artista-curador.

Arte natural intervenido por el ser humano: la obra, habiendo sido creada por agentes no humanos ha sido alterada por actividades humanas de manera premeditada para que esta adquiera una condición estética distinta a la que hubiese tenido en su proceso de vida, en un medio natural. En este caso hablamos de coautoría, el artista humano es coautor.

Creación humana con base en lo natural: la obra (física) ha sido creada por el humano, a partir de elementos naturales, modificándolos o interviniéndolos premeditadamente, de manera que a la condición estética propia de los elementos naturales que la conforman, se suma la intencionalidad estética del agente humano. En este caso hablamos igualmente de coautoría, el artista humano es coautor.

En el caso de obras creadas por entidades o seres vivos naturales, pero que han sido dirigidas o posibilitadas por el artista humano, dependerá del criterio del humano señalar si se trata de creaciones naturales o coautoría.

Creación humana intervenida por lo natural: la obra ha sido creada por el humano, con la utilización de elementos naturales, como insumo o materia prima, y que por sus condiciones de conservación o exposición, ha sido modificada por procesos naturales propios del entorno, adquiriendo un nuevo estatus estético, no planificado por el humano. En este caso se trata también de coautoría, el artista humano es coautor.

En el caso de una afectación radical a una fragmento u obra, alterada por el ambiente y procesos biológicos y físico-químicos, tales como la exposición a la luz, el agua, la humedad, la temperatura, la acción del viento, la erosión, la oxidación, la acción de microorganismos y otros agentes ambientales, de manera tal que el objeto adquiere otras características corpóreas y estéticas, se puede hablar del artista humano como artista-curador. En este caso dependerá del criterio del artista para identificar el tipo de obra de que se trata. Por ejemplo, en el caso de una escultura figurativa, que luego de su alteración pasó a ser una obra completamente abstracta, debería ser considerada como arte natural sin intervención humana, ya que la condición resultante por la cuál la obra es valorada no ha sido creada por el ser humano premeditadamente.

* Cabe señalar que en esta clasificación no hemos considerado el arte inmaterial o intangible, como sería el arte digital, ya que en este caso nos referimos al arte creado a partir de materialidad tangible. La situación respecto de obras inmateriales como podría ser a través de la fotografía, el cine o la creación digital son otro tema, como lo es también el tema de las obras naturales intervenidas por seres con inteligencia artificial.

Puntualizando, en relación con el Arte Natural sin intervención humana, donde los artistas humanos o recolectores humanos de objetos naturales, frente a los cuales no se ha intervenido, de tal forma que dicho objeto sigue presentando una condición estética natural, proponemos que se auto identifique como artista-curador.

Como sabemos, una curatoria o curaduría(i), es el proceso de selección, organización y presentación de obras de arte o exposiciones en un museo, galería u otro espacio cultural. El curador es la persona encargada de llevar a cabo esta tarea, y su objetivo es presentar una narrativa coherente y significativa al público, al tiempo de destacar las cualidades estéticas y conceptuales de las obras seleccionadas. La curatoria puede incluir la investigación y el análisis de las obras de arte, la elaboración de textos explicativos y la organización física de la exposición.

La curaduría implica tomar decisiones críticas sobre qué obras de arte incluir en una exposición, cómo se presentarán y en qué orden se exhibirán. También puede implicar la investigación de la historia del arte y el contexto cultural en el que se exponen las obras, y la redacción de textos para acompañar la exhibición y proporcionar al público una comprensión más profunda de las obras de arte y su significado.

En este caso, al tratarse de obras que no han sido creadas por seres humanos, o tratándose de objetos o fragmentos alterados radicalmente por elementos naturales, el artista humano debe presentarse como artista-curador, pudiendo trabajar cooperativamente con el curador oficial de cada exhibición.


Escrito por Hugo Baronti, en febrero de 2023, como parte del documento: Baronti, Hugo (2023). "Vegetales como artistas naturales: hacia el reconocimiento de la autoría y la conservación del medio ambiente a través del arte".


 

NOTAS Y REFERENCIAS

i "Curatorial Dreams: Critics Imagine Exhibitions" de Shelley Ruth Butler (2016) https://www.jstor.org/stable/j.ctt1c6v9k8